lunes, 24 de diciembre de 2007

No me toquen fui choreado

Un chorro se escapó del hospital, en el que estaba bajo custodia, aunque la corrida no le salió bien ya que lo atraparon después de hacer cinco kilómetros a pie y calzoncillos. Sin embargo, cuando lo cacharon dijo ser víctima de un asalto.

El chorro, que había sido condenado por robo calificado y abuso sexual, fue trasladado al hospital tras sufrir desmayos y quejarse por un fuerte dolor en el pecho.

En el hospital pidió permiso para ir al baño y cuando entró solicitó papel higiénico. En ese momento, el custodio dejó su puesto para ayudar al falso descompuesto y el preso se fugó.

Después de andar en paños menores por las calles, el joven fue arrestado cacareando. Es que al ver pollitos en fuga el chico no dudo en simular su sonido. En declaraciones radiales el chico contó su plan B: “Si no me creían lo del robo, de última hacía el bailecito stone, con el aleteo, y pedía un pesito para la birra”.