lunes, 31 de diciembre de 2007

De tarjetero a pistolero

Un árbitro de fútbol, cansado de las quejas de los jugadores, sacó un arma y disparó varios tiros al aire. El hecho se desató al terminar el encuentro, cuando varios futbolistas le reprocharon por la expulsión de un compañero.

El juez malayo, que también es policía, se cansó de escuchar los reclamos de los jugadores, corrió a su patrullero, peló el arma y gatilló varias veces. A raíz del incidente cinco futbolistas y el árbitro fueron arrestados.

El vigilante al cuadrado no pudo con su genio. Aparentemente no le alcanzaba con sacar tarjetas, ya que en la cárcel desafió a sus compañeros a ver quién tenía más aguante, pero rápidamente perdió el pito.