lunes, 31 de diciembre de 2007

Ni el baldecito se salvó

Una playa artificial de hungría fue robada por completo. Los negocios, sombrillas, cabañas de madera y seis mil metros cúbicos de arena fueron choreados.

La costa creada formaba parte de un complejo turístico, que fue cerrado en el invierno. Cuando se tenía que abrir, ya no estaba más.

Un alto funcionario del gobierno turco confirmó las sospechas. Un hombre patilludo, que usaba una banda presidencial, que quería la revolución productiva, y hasta casi privatiza el aire, buscaba un lugar para vacacionar, pero como anda medio gaga se pensó que gobernaba y robó la arena para máximo. ¡”M” lo hizo!