Un viejito, que se transportaba en silla de ruedas, mató a su empleada doméstica y se suicidó con su revolver calibre 38.
El asesinato ocurrió la casa del anciano en la localidad bonaerense de General Pinto, a 330 kilómetros de Capital.
El incidente fue descubierto por el hijo de la mujer, quien es oficial en la Estación Comunal de Policía, y vive en la casa de al lado.
Los oficiales investigan motivos del crimen, pero según trascendidos, el discapacitado se habría enojado con su empleada porque quería ir vestido de Superman a la fiesta de disfraces de su nieto.
Sin embargo, el viejo desató su furia al escuchar la respuesta de la mujer: “Mire que las cabinas de teléfono no tienen rampa...”