domingo, 9 de diciembre de 2007

El antigato

Un hombre mató salvajemente al gato de su vecina en la localidad chilena de Alarcón.

El tipo tenía bajo el portón una especie de red, en la cual el gato al querer pasar, se enredó. En ese momento el buen hombre lo agarró, lo ahorcó y tomó un palo, golpeándolo hasta matarlo.

“Mi hija de 9 años escuchó los gritos del gatito y me llamó llorando. Ahí me subí a unos ladrillos y ví como le pegaba con un palo, pero jamás pensé que era mi gato, hasta que lo vi muerto en el piso”, relató Patricia, la dueña del felino.

Este no es el primer caso en el que el fanático de los cuentos de Edgar Allan Poe, mató a un animalito de Dios, ya que se lo investiga por la desaparición de otros cuatro gatitos de la vecina.

Al parecer, el hombre no anda matando injustificadamente a los animales, sino que para cada uno tuvo sus razones y desde acá, lo entendemos y lo apoyamos: Al que le morfaba las plantas, le sacó los dientes con una tenaza, al que le cagaba en la entrada, lo empaló en el medio del patio, al que le meaba en el pasillo le arrancó el pito y lo dejó desangrando y a la última que no había hecho nada, le arrancó la cola, un ojo y la dejó colgada, solo por si intentaba copiar a sus amiguitos.