sábado, 27 de octubre de 2007

Un raro caso de Edipo

Autoflagelo. Un joven de 21 años murió luego de discutir con su madre y cortarse con los vidrios de una ventana que había roto, en el barrio porteño de Once.

En medio de una aguerrida discusión el chico lanzó una silla contra un ventanal y lo rompió. El impacto hizo que los vidrios saltaran e hirieran tanto a la mamá como al hijo.

El muchacho tomó pedazos de cristal y se cortajeó el cuerpo. La pelea familiar terminó con la muerte del muchacho y la internación de la mujer debido a las lesiones y a una crisis nerviosa.

La malas lenguas dicen que la mujer sufrió el pico de estrés porque reponer el vidrio salía muy caro.