Un escritor mexicano fue detenido por haber cenado los restos de su pareja aderezados con limón y mayonesa.
Según fuentes policiales, el caníbal había sido denunciado por la desaparición de una mujer.
Cuando los oficiales ingresaron a la vivienda, el asesino ya estaba haciendo la digestión.
Las autoridades hallaron a la mujer de 30 años por partes. El tronco oculto en un armario, un brazo cocinándose a fuego lento en una olla, restos de carne en una sartén, una pierna conservada en el refrigerador y varios huesos entre una caja de cereales.
El Cabo Mario Céspedes declaró: “Lo primero que ha comido son las manos porque los huesos estaban en el plato. Fue impresionante ver esa escena dantesca. Chánfle”.