Un niño perdido, que era intensamente buscando por la policía, equipada con perros especialistas en el rescate de personas y un helicóptero, fue hallado abajo de su cama.
Todo el barrio de Saltash, Gran Bretaña, peinó cuadra por cuadra para encontrar al pequeño. A pesar de los esfuerzos, no lograban dar con su paradero.
Después de revolver su habitación, y no encontrar nada, un perro halló y despertó al chico a lenguetazos.
Otro de los crímenes que la policía local tiene pendientes son: Qué oficial se llevó la pizza de la seccional, qué agente se negó a usar su casco como vaso de cerveza, y quién infringe la Ley por no gatillar a todo lo que se mueve.
domingo, 7 de octubre de 2007
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