Un trabajador alemán robó un millón de tornillos de su empresa y lo puso en venta por la web a un precio módico.
Cada noche el hombre de 33 años se llevaba entre 2 mil y 7 mil tornillos para subastarlo en Internet. El saldo total del robo a la compañía asciende 110.000 euros.
En la cárcel el joven declaró cómo camuflaba los tornillos en su cuerpo y lo comparó con su vida bajo sombra: “Me introducía unidad por unidad en el ano, algo parecido a lo que hacen mis tumberos amigos. Ellos sacan turno para ver quién hace hoyo en uno con su destornillador”.
domingo, 7 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario