domingo, 7 de octubre de 2007

Conservó la tercera pierna

Un taiwanés consiguió divorciarse de su mujer ante las reiteradas amenazas de cortarle el pene. El hombre no aguantaba los celos de su esposa, quien se quejaba porque pasaba noches afuera de casa gracias a su oficio de camionero.

El oriental logró que el tribunal de distrito le consiguiera la separación matrimonial después de estar casado por diez años. Aunque las amenazas de sustraerle su órgano sexual sólo llevaban 730 días.

La mujer dormía con un cuchillo en la mesita de luz, el que utilizaba como arma de amenaza psicológica.

Aparentemente el oriental no le temía al filo del tramontina pero sí a la careta Lorena Bobbit que su ex agarraba y rugido de la motosierra con la que había podado al ex perro salchicha.

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