domingo, 25 de noviembre de 2007

Un aplauso para el asador…

Un hombre fue detenido cuando quería prender fuego el cadáver de un amigo que había asesinado a fierrazos.

Después de un fuerte intercambio verbal, uno de los hombres atacó con un fierro y le dio en la capocha para terminar con la disputa.

Después del crimen, el asesino metió el cuerpo en una bolsa de arpillera y lo tiró en un volquete con escombros para quemarlo. Sin embargo, la policía lo arrestó antes de incinerarlo el arma llena de sangre.

Según los testigos, la discusión surgió porque el asesino, fanático de Son de Fierros, quería formar parte del fans club: “Osvaldo Laport y los sungueros”.