domingo, 11 de noviembre de 2007

Preso escapa disfrazado de mujer

Un condenado a cadena perpetua por asesinato se fuga de una cárcel mendocina vestido de mujer.

El prófugo, de 29 años, había sido condenado por intento de robo y asesinato del hijo de un fructífero empresario de esa provincia, a quien le había disparado certeramente en la cabeza cuando intentaba huir.

El delincuente armó toda una escena, con la complicidad de otros internos, para poder escaparse del presidio en el horario de visita.

El teatro inició con dos presos peleándose violentamente, lo que generó el desalojo de las visitas, armando una fila con mujeres y niños para que salieran primero.

El circo continuó con una mujer desaforada que gritaba y se golpeaba contra el piso como si estuviera poseída por un demonio, lo que llevó a los guardias a distraer su atención.

En medio del despelote, el sopre se transvistió y rajó escondido entre las familiares de los detenidos.

Este mendocino escurridizo ya se había escapado de otro presidio en julio 2006, y lo habían vuelto a capturar en el cementerio, frente a la tumba de su madre a quien le había llevado flores.

El malhechor no sólo es asesino, travesti, ladrón frustrado y experto en fugas, sino que también es fanático de Pappo y canta todas las noches: “Nadie se atreva a tocar a mi vieja”.