Apresaron al líder de una secta que mordía los cuellos de sus fieles y les prometía “inmortalidad y riqueza”, en Brasil.
El joven de 27 años fue detenido por la policía la localidad de Presidente Prudente, por ser el cabecilla de una comunidad de vampiros.
Este Drácula de la lambada obligaba a sus discípulos, que eran todos adolescentes de entre 13 y 16 años, a recibir mordidas en el cuello y a cortarse diferentes partes del cuerpo para beberse entre sí la sangre.
El predicador satánico prometía llevar todos los que se sometieran a sus practicas a vivir a un castillo dónde serían felices y vivirían por la eternidad.
El pichón de Drácula sería discípulo del Pastor Jiménez y no estaría muy alejado de todos los oradores que abundan en los ex cines de barrio.