Le injertaron el brazo luego de que un cocodrilo se lo arrancara. El hombre practicaba buceo en un lago de Estados Unidos cuando el reptil se alzó con su trofeo.
Al cocodrilo tuvieron que abrirle la panza para recuperar la extremidad del yankie.
Todo ocurrió en Carolina del Sur, cuando el desprevenido buzo decidió sumergirse en el agua, sin darse cuenta que era el hábitat natural de los amigos del lagarto.
Según cuentan, el cocodrilo habría querido el brazo para rascarse la espalda.
domingo, 23 de septiembre de 2007
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